La Mirada Sucia, Comunicación no verbal, 06/02/2014

Asistimos impávidos e impávidas ante la comunicación global que ya nos asfixia sin reparo ni perdón. Ya sea en forma de pantalla o sin ella, animada o paralizada, en papel o en forma de cartel monstruoso en alguna fachada monstruosa de cualquier monstruosa ciudad, ya sea verbal o no verbal, corporal o simbólica, el mundo de la comunicación y el lenguaje está tan estudiado como sobre valorado y, ojo, mantengo que la base de cualquier civilización es la comunicación y el buen entendimiento entre sus semejantes y no pretendo menospreciar un ámbito en el que participan tantas disciplinas como la Anatomía, la Fisiología, la Neurología, la Psicolingüística, la Filología, la Psicología o la Logopedia. Sólo reflexiono ante nuestra incapacidad como receptores de analizar un mensaje que por lo manido y repetido ya debería hacernos dudar, en lo perjudicial de aceptarlo como bienpensantes ciudadanos ciudadanas. Y me gustaría referirme a dos ámbitos que usan la comunicación como modo permanente de actuación y sirven de base 

teórica del capitalismo: la publicidad y la política profesional. Refiriéndome a la primera, leía esta semana en el Periódico Diagonal cómo las marcas comerciales habían cambiado el discurso de sus productor personalizándolos cada vez más en el consumidor. Ejemplos como el de la marca de la chispa y la felicidad, y a la vez la insidia y de la desigualdad, hablo de Coca Cola claro está, decorando sus latitas con tu nombre propio. Otras marcas se suman a esta personalización de sus camisas, frascos de colonia o botes de cacao. A esto se le suma la vuelta a la artesanización del producto, quién puede creerse que el mundo de las grandes marcas de moda tenga algo que ver con las formas artesanas de trabajo. Nos cambian el diseño por el arte y nos engañan mostrando a un costurero en vez de mostrarnos a una maquila. El consumidor contento, él o ella eligen el encaje, el adorno o el color de su bolso, un producto único y original que sigue usando la misma mano de obra esclavista. Vemos un anuncio con un coche diseñado con cuerdas por auténticos artesanos de la geometría, el mismo coche que mezcla sostenibilidad con competitividad, la misma marca que sigue usando al planeta primero como materia prima y luego como estercolero. Lo que decía, una misma comunicación que consigue un mensaje tan diferente en uno u otro receptor.
La política profesional de despacho y corbata es el segundo de los ámbitos en el que ls comunicación  verbal y no verbal repite los mismos mensajes una y otra vez consiguiendo el resultado buscado, vamos... el significado contrario que una mente crítica y observadora debería analizar. Tenemos un presidente que tiene el silencio por respuesta y que acumula tics nerviosos cada vez que miente. El partido del gobiernos nos ametralla con la recuperación de una macroecononía que ya hace tiempo dejo de ser un rasgo fiable del bienestar de las personas. A esto se le suma una retórica reaccionaria y de continúo victimismo usada, entre otros, por el ministro tardofranquista Gallardón que personaliza en un feto su doble moral, hablando de victimas nonatas mientras criminaliza a las mujeres simplemente por decidir sobre sus cuerpos.
 Se subvierten los significados, se tergiversan los términos y se simplifican los mensajes políticos para llegar a un público que en ocasiones pareciera que no sabe por dónde le sopla el viento. Se nos responsabilizó de una crisis-estafa como si durante estos años no hubiesen seguido lucrándose los mismos que la generaron.
Abran bien los ojos y los oídos y observen y escuchen, no se limiten a mirar u oir.
Utilicemos lo aprendido: que los bancos usaron publicidad engañosa para vender sus bonos basura llamados preferentes, que los partidos mayoritarios engañaron a la gente con nuestro bienestar que era el suyo, y con nuestro capital que era de los poderosos, y que este sistema tiene tal desequilibrio y desigualdad que no se soporta.
La comunicación importa, pero lo que realmente importa es el mensaje y sus significados. "Tenemos lo que merecemos", una frase tan cierta en su simpleza como peligrosa en su mensaje.
La Mirada Sucia. Comunicación No Verbal.